La biotecnología nos lleva hacia un futuro agrícola más resiliente y sustentable.
Los desafíos de la agricultura actual son más variados y más complejos de los que nunca habíamos enfrentado. Los productores ya no solo dependen de la variabilidad climática, sino que la resistencia de plagas e insectos a los fitosanitarios es una amenaza que no da tregua. Así, cada mañana los productores agrícolas de todo el mundo comienzan un nuevo día con el compromiso de aumentar la producción para satisfacer la demanda alimentaria global.
En este contexto, el uso de biotecnología es una estrategia vital para hacer frente a estos problemas, especialmente en cultivos fundamentales como la soja y el maíz.
Resistencia ante la adversidad

La soja y el maíz son dos pilares fundamentales de la seguridad alimentaria mundial, pero su rendimiento está amenazado por factores ambientales y biológicos. La utilización de biotecnología permite el desarrollo de variedades más resistentes frente a plagas, enfermedades y también en contextos de condiciones climáticas duras, como la sequía que afectó estos últimos años a los cultivos argentinos.
Cada una de las variantes de biotecnología que ingresan al mercado y que fortalecen las semillas que mañana serán nuestro alimento, cuentan con el respaldo de las más rigurosas investigaciones científicas. Por otro lado, la ingeniería genética nos ha permitido desarrollar cultivos más robustos, manteniendo el cuidado tanto de la seguridad alimentaria como del medio ambiente.
Cuidado del ambiente y del costo de la siembra
Una mejor resistencia garantiza la seguridad alimentaria, y además reduce la utilización de productos químicos agrícolas, disminuyendo así la huella ambiental y también el costo de la siembra. El uso de biotecnología contribuye a la sustentabilidad agrícola y al cuidado del ecosistema circundante.
Un futuro promisorio
Al igual que DBN Biotecnología, todas las compañías que trabajamos en pos de mejorar la resistencia de los cultivos agrícolas nos encontramos en constante evolución. Por eso, cada año, realizamos ensayos en distintas partes del planeta y presentamos nuevas oportunidades para cultivos clave.

Explorar estas oportunidades no solo es esencial para la seguridad alimentaria global, sino que también allana el camino para una agricultura más sustentable y resiliente.
El empleo de biotecnología para hacer más resistentes a cultivos como soja y maíz es un paso esencial hacia un futuro agrícola más robusto y sostenible. Cada día renovamos nuestro compromiso a través de una fuerte inversión en materia científica. Sólo de esa manera podremos ser el mejor aliado para cada compañía que desarrolla semillas a lo largo del mundo.
Porque sabemos que mientras avanzamos en esta era de desafíos climáticos y alimentarios, la conjunción de genética y biotecnología nos permitirán superar en conjunto esos mismos desafíos, de la manera más efectiva y responsable.